es cuando se usa.
tengo un grave defecto, y es que a veces se me sale un poco la cadena y me desaparecen los filtros.
entonces soy capaz de expresar cualquier barbaridad, de la manera más bárbara posible sin inmutarme.
esto no me provoca absolutamente ningún efecto directo, digamos. El problema, el GRAN problema, es el efecto que esto causa sobre otros.
Hacer una observación jocosa sobre la cantidad de sexo (que no nos incluye) que tiene el otro durante la semana puede ser chocante. El muchacho se pone nervioso, intenta vanamente buscar una excusa, se da cuenta de que es imposible chamuyar un tacho de baño lleno de preservativos usados y dice, bastante angustiado:
«para, che, no me digas así»
Una entonces, relajada, comenta entre risas:
«no me importa qué hacés con tu vida, me resultó gracioso ir a tirar una curita y encontrarme con un cementerio»
El pibe, más desconcertado todavía, pone cara de disgusto y no sabe que hacer. Una, relajada, sigue besando con más ganas, para dar a entender que está realmente todo bien.
Reírte de repente y decirle al muchacho con el que estás teniendo sexo sintiendote una diosa griega del erotismo:
«estás poniendo cara de actor porno»
no es nada gracioso. a mi me pareció chistosísimo, tanto que no pude contener el comentario.
pero a él le molestó bastante, tanto q en menos de dos segundos arremetí otra vez con mi sinceridad letal:
«se te bajó, no?»
ante la respuesta afirmativa, me indigné. me fui de encima suyo y me tiré en la cama, dándole la espalda. ofendida vaya a saberse por qué, porque claramente el ofendido había sido él.
él, pobre mártir, intentó remarla, y yo redoblé mi apuesta:
«deja, ya fue»
QUE MIERDA TE PASA, ENFERMA MENTAL!? ella se ofende después de haberse reído en la cara del pibe, de la cara que pone cuando coje con ella.
lo que vino después me sorprendió muchísimo. qué digo muchísimo. me sorprendió infinito.
me dijo «vení para acá» y empezó a besarme otra vez, como si se hubiese portado mal él. como en plan reconciliación. yo, con el bichito de la culpa empezando a picarme el cerebro aventuré:
«fue por que te dije lo de tu cara no?»
y se rió. y esa risa fue como música, porque tranquilamente podría haber sido una patada en el culo seguida de un «te pido un taxi». Pero no. fue una risa, y más besos, y a los dos segundos volver a cojer.
la noche no terminó todo lo bien que yo hubiese querido (ponele q de vez en cuando un orgasmo de a dos estaría bien, pero bleh) pero al menos tuve unos 5 minutos de cucharita (despues me aburrí) y dormí bastante cómoda en una cama enorme.
me gusta de él que es tan amargo como yo, entonces no abraza para dormir.
no me gusta q me rebote diciendome que tiene q trabajar, cuando en realidad sé que lo que tiene es una noche de sexo con otra piba.
por eso quizás a veces es mejor no hablar, y ser tipo monitos.
gestito con la cabeza, guiño, guiño, levantamiento de cejas repetidas veces=vamo’a cojé?
gestito con la cabeza, cierre de ojos, sonrisa=vamo’
gestito con la cabeza, cierre de ojos, frunce de boca=me pa q no.
sería tanto más fácil!